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seniors por el mundo india nepal

Peñíscola ¡arde! el crimen visita por segunda vez sus calles empedradas y llenas de historia..


Hace justo un año publiqué una entrevista a través del océano al autor de Clave de Luna, una novela policíaca que transcurría en Peñíscola, David Moreda Arzo, del que puedo llamarme amiga.

Y esta amistad que surgió de un grupo de Facebook, fue creciendo y creciendo .

Cuando en ese frío julio pasado imaginé una reunión allí en las terrazas de ese pequeño paraíso mediterráneo...lancé mi oración al universo....y como dice mi querido Partner que tengo comunicación directa y cotidiana , el universo me respondió


La teoría de que al universo hay que darle la orden directa la aprendí de mi amiga Guatemalteca, a ella nunca le falla. Y algo de cierto debe haber, porque Felicitas , uno de los personajes mas pequeños de esta gran familia me mandó su cartita al ratón Perez:


Querido ratón...🐭

quiero pesos.......

con amor Feli.

😃

Claro y conciso.

Con esa inocencia infantil aquel julio le pedí al universo volver a Peñíscola... y surgió el viaje de los irredentos que tenía como objetivo ir tras las huellas del pasado...y esa ruta también nos llevaba hasta ahí, para que lo otros tres irredentos conocieran al que fue nuestro lejano antepasado, el Papa Luna, que este año se cumplen 600 años de su muerte



Añoraba el mediterráneo, con sus colores verdes y azules, mirar el horizonte desde el baluarte del Príncipe y perderme en ese mar sin continente.


En la trastienda, David estaba escribiendo su segundo libro y haciendo el casting de personajes locales para la novela.....y me sorprendí cuando me dijo que ¡iba a tener un lugar entre los elegidos!

La idea me divirtió un montón y eso dio lugar a distintas comunicaciones para afinar el papel que me correspondía , una bloguera argentina que suele meterse en líos por ahí, muy curiosa y un pelín ridícula, así como es la vida misma.

¡¡Abajo los perfectos y los solemnes!!!!

Entre dimes y diretes el libro se iba escribiendo, la vida continuaba y yo esperaba el momento de conocerlo en persona y , por fin, hacerle una entrevista en vivo y en directo.

No conseguí comprar Clave de Luna desde acá. y los meses pasaban .

David terminó su libro y se tomó la molestia de mandarme Clave de Luna y el borrador del nuevo libro para que aprobara o desaprobara el personaje , y a pesar de que todos los días esperaba al correo, nada.

A este país, por el momento buenas cosas llegan pocas y cosas malas entran muchas .

Por algún


misterio maligno, el paquete nunca me llegó y fue devuelto a España tal como vino.

Así que...no podía hacer otra cosa que esperar.

El viaje con los irredentos me dió al fin la posibilidad tan esperada.


Nuestro punto de reunión fue un lugar llamado Blue Dream , una terraza sobre el mar.

Fue como la concreción de una amistad de años y me sirvió para reafirmar todo lo que pensaba de el.

Reflexivo, sencillo, pero con un mundo interior en ebullición y una inteligencia muy aguda.

-David, por fin ..-

Me acerca un paquete....y dentro. ..un ejemplar de Clave de Luna y otro del nuevo libro, aun en borrador.

Era lo tan esperado.

De vez en cuando la vida ...toma conmigo un café...como la canción de Serrat, a veces la vida te da estas sorpresas , son los regalos que tienden a equilibrar la balanza, o las aventuras de los que se animan a vivir.

David, que venía acompañado de su Eva y de la pequeña Sandra, me contó el argumento de la novela y fuimos caminando y descubriendo los lugares en donde sucedían los hechos.


El Portal del Desafio, un callejón oscuro y sombrío .



Antiguamente era el lugar donde se batían en duelo .los habitantes de Peñíscola


La iglesia de Santa Maria , el recodo para llegar al portal.

Mientras David me iba contando despacio y pausado los lineamientos de la trama, por más que se refería a ese lugar como el rincón mas sórdido de todo el casco antiguo, a mí me mareaba un perfume a jazmín que bajaba chorreando de un balcón.

Después, cuando leí la novela, me di cuenta de la buena idea de recorrer los lugares de los hechos.

-Y cómo va Claro de Luna? - le pregunté.

-Muy bien, por la quinta edición.-


Seguimos el guión a través de las calles, charlando como si nos conociéramos de toda la vida.

Hasta que nos reunimos con los irredentos , que nos esperaban para tomar algo en otra de las terrazas al mar.


Me hubiera gustado tener tiempo para charlar un tiempo más largo y más en profundidad, pero eso lo dejo para la comunicación transoceánica desde la pantalla de la computadora.


Recordé de pronto aquella pregunta que le hice una vez........que sentís cuando escribís?

El contestó después de un rato...EQUILIBRIO.


Será tal vez que uno vive a través de lo que hace, en este caso, a través de lo que escribe, una ilimitada cantidad de posibilidades de equilibrar la balanza del bien y del mal, de lo hermoso y de lo feo, de lo correcto o incorrecto o de lo que se nos da y lo que se nos quita.


A mí, escribir estas crónicas me hace feliz, me da la posibilidad de expresar pensamientos y sentimientos sin pudor alguno.


Como sea, esa tarde mediterránea, recibí los libros tan esperados, todavía metidos en ese sobre que había viajado por el mundo tratando de encontrar a su dueña y había vuelto al punto inicial.

Los acuné durante el viaje en avión de regreso pero , como alguien que deja para el postre lo más importante, quise leerlos con calma y detenidamente.


Primero, Clave de Luna.

Abrí el libro y como por arte de magia, como el ropero de las crónicas de Narnia, fui teletransportada a las calles de Peñíscola, al Bufador, al baluarte del Príncipe, a las calles que suben y bajan y se esconden, los balcones floridos, el eterno contraste azul y blanco .


El otoño avanzado de nuestro cono sur fue reemplazado por la suave brisa del mar, el calmo ritmo de las olas , las palabras susurradas debajo de los azares .

La calle Mayor y las cuevas entre las rocas, un viaje al pasado con todas las leyendas del Papa Luna, mazmorras, salones y magia.

Nadie que conozca Peñíscola se quedará indiferente.

La trama es ágil y el final impredecible.

No spoileo.


Cuando empecé el segundo, El Desafío de los Ausentes, un juego de luces y sombras me invadió...y ahí me di cuenta que David había logrado una novela con personajes que son lo que son, y no pretenden ser otra cosa, no hay héroes sino personas que viven y tratan de hacer lo mejor posible, con sus vidas llenas de contradicciones y contraluces.


Aparece un juego dinámico y divertido de situaciones confusas, que sirven de marco a la investigación que lleva a cabo la Guardia Civil, cadáveres que aparecen y desaparecen y el entrañable Inspector Bacara, a lo Humphrey Bogart sigue las pistas y trata de armar el puzzle

con sus deducciones.


Peñíscola a contraluz. Peñíscola divertida y chispeante.

David juega con sus personajes tanto como sus personajes juegan con él.

Una bloguera que se pregunta....¿pero qué pasa en este pueblo? y una trama final que no te deja abandonar el libro.

Me encantó, me gustó aún más que Clave de Luna.


Cuando éramos chicos, guardábamos nuestros tesoros en cajas escondidas y al abrirlas su contenido nos devolvía las emociones que representaba cada cosa....un caracol de mar capturado en algunas vacaciones, un papel escrito de esos que uno dobla y dice me gusta o no me gusta, un lápiz sin punta que nos había regalado un amigo, la figurita difícil que no se conseguía, una foto de los hermanos haciendo muecas horribles.


No había dólares ni bonos.....en la inocencia infantil esos eran los verdaderos tesoros.

Y ahora que somos adultos grandes hemos aprendido que en la caja no se guardan valores sino vivencias y afectos.

Que lo único importante en esa caja es lo que entibia el corazón y que uno va acumulando durante su estadía en este mundo como las perlas de un collar....las emociones, la amistad y los afectos.


David, ¡ ¡ ¡gracias por esta aventura!!!!








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