Después de volver de la gira por el Canadá británico ,Halifax y la Isla del Príncipe Eduardo fuimos descendiendo en el mapa hasta llegar a Montreal, tan pero tan francés,le pese a quien le pese..
Y volvieron las preguntas que me había hecho en Quebec...¿Qué corre por las venas de este lugar que es tan diferente?
La misma sensación de efervescencia de sangre cultivada en el Viejo Mundo y enriquecida con los condimentos propios del Nuevo en un eterno aporte de elementos refrescantes y exóticos.
Más que nunca en Montreal igual que en Quebec , subyace la contraposición del Viejo y el Nuevo Mundo......
Buscando las respuestas nos embarcamos en lo que Montreal te muestra a primera vista...
El Casco antiguo de Montreal, la Plaza de Armas y la Basílica de Notre Dame, escenario de unos juegos de música y luces pocas veces visto.
Frente a ella, el Monumento a Paul de Chomedey de Maisonneuve y aquí la primer pista .
En 1635 el explorador francés Jacques Cartier llegó a la isla de Montreal.
Luego, en 1642, un grupo de colonos franceses dirigidos por Paul de Chomedey de Maisonneuve fue a Montréal.
El nuevo asentamiento floreció con el comercio de pieles de castor.
Recuerden que Cartier fue el primero que llegó y en Quebec fue Samuel de Champlain el que se encargó del resto.
Y Maisonneuve, así como Champlain tenía afinidad con las tribus de los hurones, con los que establecieron relaciones comerciales de inmediato.
Sin embargo , aquí en la zona estaban lo iroqueses, acérrimos enemigos de los hurones, que habían pasado sus ratos de ocio castigándose mutuamente.
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Los iroqueses eran sumamente violentos y estaba aliados con los ingleses, por supuesto.
Uno de los cuatro que figuran en el monumento es Lambert Closse, nombrado por Maisonneuve soldado y notario de Montreal.
Este personaje fue un héroe total, defendió la Ville De Marie, hoy Montreal, del ataque de los iroqueses.
Muchas veces expuso su vida para proteger a sus pobladores y era muy querido y respetado.
Y tuvo su historia de amor .
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En 1655, Elisabeth Moyen, vivía con sus padres cerca de Quebec, cuando un grupo de iroqueses llegaron a su casa y asesinaron cruelmente a sus padres.
A ella y a su hermana Marie las tomaron cautivas y las llevaron a Onondagas.
Esta historia se conoció en Ville de Marie, y gracias a alguien que reconoció a los atacantes , partieron Masionneuve y Lambert a atacar Onondagas.
Lucha feroz e intercambio de prisioneros.
Lambert logra rescatar a los prisioneros, entre ellos, las dos hermanas casi muertas de miedo y penurias.
Las Jóvenes fueron internadas al cuidado de Jeanne Mance, la otra figura del monumento, una enfermera que había viajado a la par de Maisonneuve y tuvo un papel destacado en la salud de la nueva colonia.
Lambert la consultaba frecuentemente por diversas causas en el Hôtel-Dieu, en donde estaba Elisabeth y ...como decía mi madre, tanto va el cántaro a la fuente .......💘 se enamoraron perdidamente.
Dos años después se casaron.....Lambert con 39 y Elisabeth con 16.
Y fueron felices.....hasta que los malvados iroqueses...lo asesinaron en 1662, al socorrer a unos franceses en peligro.
“Era un hombre cuya piedad no era inferior a su valor, y que poseía una presencia de ánimo extraordinaria en el fragor de la batalla. . . y justamente ganó el crédito de haber salvado a Montreal, tanto por su poderío como por su reputación. Por lo tanto, se consideró conveniente mantener su muerte oculta al enemigo, por temor a que pudieran aprovecharse de ella. Este Elogio se lo debíamos a su Memoria, ya que Montreal le debe su vida.”elogio publicado en La Relación, 1662.
Si bien los franceses fueron mucho más inteligentes que los ingleses y trataron a sus amigos hurones con más cortesía, las peleas por las pieles fueron in crescendo, torturas ,muerte y sangre de ambos bandos en lo que se llamó la Guerra de los Castores.....la lucha por monopolizar el comercio de las pieles de castor , consideradas como los enfrentamientos más sangrientos de toda América.
En 1701, el Gobernador de esta Nueva Francia Louis-Hector de Callière, decide intervenir y astutamente , sin amenazas ni violencia, invitó a los líderes de las cerca de 40 naciones indígenas de América del Norte a reunirse en Montreal.
1.300 representantes indígenas se reunieron con Callière y el 4 de agosto de 1701 firmaron un documento que es considerado único: la Gran Paz de Montreal, que logró poner fin a casi 100 años de guerras étnicas y comerciales entre las tribus, y entre los indígenas y la potencia colonizadora.
Este documento es la copia del tratado, en donde cada cacique firmaba con un pictograma que definía su pueblo.
El acuerdo no hubiese sido posible sin la mediación del poderoso y carismático líder de los hurones, Kondiaronk.
A pesar de estar gravemente enfermo, el 1 de agosto de 1701 dio un discurso a favor del pacto que, según los historiadores, conmovió a los otros indígenas.
Al día siguiente falleció y los franceses le brindaron un funeral digno de las más altas autoridades francesas.
El pacto se firmó el 4 de agosto de 1701.
Esta era la firma de Kondiarok.
La paz duró hasta 1720, que entre ingleses y franceses se encargaron de desestabilizar la cosa. Como sucede siempre, la ambición humana no tiene fin.
Y la estupidez no conoce límites.
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Pero me quedo con los pictogramas, ahí encuentro por fin la mezcla entre los dos mundos, un intento de frenar lo irracional, un soplo de aire fresco del Nuevo Mundo, la efervescencia de lo natural en oposición a lo inflexible de la colonización.
Y esto es sólo el comienzo.
Aún en el Vieux Montreal , nos encontramos con la Notre Dame de Bon Secours , a las puertas del Puerto Viejo, por donde llegaban los marineros, el primer paso cuando bajaban a tierra.
LA CONSTRUCCIÓN DE NOTRE DAME du Bon Secours, uno de los monumentos religiosos más antiguos de Montreal, comenzó en 1655 bajo la instigación de la monja francesa Margerite Bourgeoys, fundadora de la Congregación de Notre Dame de Montreal, quien reunió a los colonos para establecer un santuario dedicado a la Santa Virgen.
La Imagen de Jesús, con los brazos abiertos recibe a los que llegan por el puerto Viejo.
Varios testimonios cuelgan del techo, barcos construidos a escala, como los verdaderos , dan cuenta del agradecimiento de los marineros por llegar a puerto.
Notre Dame du Bon Secours siempre los recibe con los brazos abiertos.
Todos somos marineros de la vida navegando en aguas calmas ....y muchas veces turbulentas.
¿Acaso no tenemos derecho a ese pequeño pensamiento mágico al que invocamos en busca de protección?
Dejamos atrás los orígenes y nos fuimos a descansar. Al día siguiente nos esperaba el Montreal de hoy.
Hoy.....vanguardista, sorprendente.
Este es el Biodome.
En principio fue el estadio Olímpico para los Juegos de 1976, luego reconvertido en una combinación de zoo, acuario y jardín botánico; en un espacio cerrado se han recreado hábitats naturales de los animales (vegetación, luminosidad, temperatura, humedad, estaciones...).
Los animales tienen por ello interacciones “normales” con su medio ambiente.
Representan los cuatro ecosistemas americanos, la selva amazónica, el golfo de San Lorenzo, el bosque de San Lorenzo y los polos Norte y Sur.
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Fabuloso, un país dice mucho de sí mismo cuando ves cómo tratan al medioambiente.
Para conocer el Mount Royal habíamos contratado a un local, un joven de veintipico, latinoamericano y residente en Montreal.
Montreal es en realidad una isla, rodeada por el río San Lorenzo y Rivière des Prairies.
y en el medio tiene una montaña, el Mount Royal.
Emprendimos con nuestro joven y entusiasta guía un camino en ascenso, rodeado de casas residenciales lindísimas, mientras nos iba contando detalles de la vida cotidiana en la ciudad.
Pronto, las casas se convirtieron en bosques y los bosques en subida.
En la subida no nos faltaron acompañantes....nuestro entusiasta seguía hablando alegremente mientras subíamos.
En el Mount Royal hay cinco cementerios....y las malas lenguas dicen que los espíritus campan a sus anchas, y que los espíritus de los que murieron en la epidemia de cólera de1832, son especialmente molestos y están sumamente amoscados...que hay que ir con cuidado de noche por ahí...en fin, que tampoco pensábamos jugar a los cazafantasmas.
Vamos , que Pablo seguía subiendo y hablando y nosotros, pobres humanos cada vez más cansados.
Llegamos al mirador, casi con las reservas agotadas..
Desde aquí...Montreal en todo su esplendor.
Un ratito después nos dijo...ahora bajamos y vamos al Plateau Royal, un barrio pintoresco ,casas de colores y enormes murales pintados..
Y alternativo. Muy colorido, en donde se refugian grupos y artistas de todos los países que han recalado por ahí.
Su grupo tocaba los sábados y fuimos efusivamente invitados al evento, cosa que declinamos amablemente .
La caminata había sido extensa pero desde todo punto de vista ..espectacular.
Cuando pude descansar un poco todo lo vivido esos días ,como un puzzle, se fue ordenando .
A lo que había sentido en Quebec, esas ganas de cantar y bailar, se sumaban otras emociones.
Las del coraje y la valentía por ejemplo, o la necesidad de un espíritu universal que nos proteja de los enemigos, esa necesidad primitiva que llevamos en el Adn, y a la cual tanto nos cuesta renunciar.
El atardecer se había convertido en noche, un viento fresco llegaba a nuestra terraza del hotel y las luces de la ciudad brillaban a lo lejos como un gigantesco árbol navideño.
Y , así como los marineros agradecían haber llegado a destino sanos y salvos, también agradecí esos momentos...cada minuto , cada historia.
En la línea del tiempo cada parte de la vida es solamente un granito microscópico de arena, pensé, por eso es tan importante eso de aquí y ahora.
Me da por filosofar.
Desde un lugar cercano se escuchaba una canción de amor, la famosa de Leonard Cohen.
Mire al Partner, le tomé la mano
Yes my friend.....dance me to the end of love..
Si París , la ciudad de luz, es el lugar donde enamorarte, Quebec o Montreal no se quedan atrás.
https://archive.org/details/01DanceMeToTheEndOfLove
Canadá 2017