Peñíscola, en la Costa del Azahar (Castellón), es uno de los pueblos más bonitos de España.
Queda a dos horas por tren desde Barcelona y es un magnífico lugar para descansar y pasar dos o tres días deambulando por ahí. Fue escenario de varias culturas , bañada por el azul mediterráneo, y testigo de una parte importante de la historia, de traiciones y lealtades.
Rodeada de campos y árboles frutales, inundada de construcciones de piedra e historia.
Traspaso el Port de Sant Pere y subo por la calle de piedra.
Cierro los ojos frente al mar y soy griega , cartaginesa , romana , soy mora.
Soy los sueños de todos los que llegaron a sus costas.
Peñíscola , una península en medio del mar que guarda una historia de valientes .
En 1300 se construye el castillo templario, un edificio de piedra simple y blanco, precioso y sencillo, que se adentra en el mar como un guerrero.
Llega a una altura de 65 metros y sus murallas constituían la protección de todo el pueblo. No se podía abordar ni por mar ni por tierra.
En 1411 llega a él el Papa Luna , Pedro Martínez de Luna y Gotor, ungido como Benedicto XIII , perseguido y atormentado. Los Templarios le dan refugio.
En ese mundo convulsionado, movido por la ambición, el poder y la codicia, este hombre sencillo , austero ,muy culto y especialista en el Derecho Canónico, tuvo que aislarse de las fuerzas que lo querían acabar.
Benedicto XIII, había sido elegido Papa, con todo el derecho a su favor, ya que era el único Cardenal entre los elegibles.
El Rey de Francia, acostumbrado a manipular a los otros Papas, no pudo con su rectitud, e hizo lo que los que no pueden manipular hacen….tratar de destruírlo.
En esa época, fueron elegidos otros tres Papas, en definitiva el Cisma se había declarado. Hubo varios intentos de acercamiento de parte de Benedicto para no quebrar la Iglesia Católica , pero fueron abatidos.
Y fue declarado en rebeldía, llamado hereje y demonio por el Vaticano .
Don Pedro de Luna resistió, nunca se doblegó, le ofrecieron tierras y poder a cambio de su dimisión. No los aceptó. Así nació la frase…se mantuvo en sus Trece.
Para mí es una historia de honor más allá de lo posible.
El Papa de Roma Martín V envió un emisario para envenenarlo , pero aunque le produjeron un enorme daño , no pudieron matarlo.
Solo, con algunos fieles, y algunos servidores, murió austeramente , años después, como había vivido, firme en sus convicciones pero en soledad.
Abandonado por los poderosos, cuenta la leyenda que el pueblo de Peñíscola lo acompañó en procesión hasta su descanso final en Illueca.
Hay muchos misterios que rodean a Benedicto, el Anillo Perdido, y El Códice de Constantino. Pero lo cierto es que fue un gran hombre, de pequeña estatura y de enorme inteligencia que mantuvo en jaque durante casi 40 años a la cúpula más encumbrada.
El Castillo en sí es hermosísimo por su simpleza. Desde sus terrazas la vista es magnífica .
Caminar por las callecitas de piedra , mirar las casas con sus puertas y ventanas azules y flores en los balcones, y respirar ese aire morisco mezcla de sal y de frutos del mar. Llegar hasta el Faro o caminar por sus playas, te inundan de tranquilidad .
Hay muchas cosas para ver, pero sobre todo, es un lugar en donde uno se puede sentar en un pedrusco frente al mar y reflexionar.
Tomarte un rato, parar , y dejarte llevar.
Cierro los ojos frente al mar y soy griega , cartaginesa , romana , soy mora.
Soy los sueños de todos los que llegaron a sus costas.