Bergen es una ciudad noruega, muy visitada, la segunda en importancia.
Es preciosa, con su centro antiguo de casas de madera sobre el puerto, el Bryggen, para tomarse un cafecito.
Si caminás por las calles que llegan hasta ahí, entrás en un laberinto de callecitas antiguas con las casas originales que quedan a la vista, como una muestra del pasado.
Pero no dejes de subir al funicular que te lleva a la montaña, desde donde podés disfrutar de estas vistas.
También de un refrigerio riquísimo y calórico y de la compra de algún souvenir vikingo, medias de lana, gorros abrigados, etc.
Te va a encantar en toda Escandinavia la calidad del diseño en todo lo que muestran y todo lo que podés comprar. Diseño y elegancia hasta en lo más simple.
Sólo tenés que tener la suerte de no llegar durante los 360 días de lluvia que tiene Bergen y por eso la vegetación tan verde. (acordarse del amuleto contra la lluvia, el inefable paraguas)