Primer travesía en rompehielos....la divertida historia de Bernardo

· Somos cinco compañeros egresados del Colegio Nacional de La Plata en 1968.

Uno de ellos , llamado desde ahora El Capitán , vivió muchos años en Australia le fue muy bien y le gustan los barcos. Hace unos años adquirió un rompehielos perteneciente a la Armada Dinamarquesa hecho en 1960. Cuatrocientas toneladas seis camarotes y el principal, revestidos en caoba muy espaciosos.

El primer viaje con la nave fue de Ostende, Bélgica ,a Oslo, Noruega. El Capitán iba a ser abuelo, una de sus hijas casada con un noruego residía en Oslo. El quería llegar como un pirata y no como un turista, abordar Oslo y abrazar a su nieto vikingo…. como un vikingo. Nosotros fieles marineros lo acompañamos en la travesía.

Arquitecto , profesor de Literatura, comisario de a bordo de Aerolíneas y yo músico: la tripulación amateur. Para navegar semejante aparato hace falta un Capitán contratado con papeles , desde ahora llamado el Holandés y un ingeniero de máquinas , el belga. Una vez arreglada la documentación de compra y reparaciones pertinentes partimos a la medianoche. Se había cambiado su bandera Panameña a la Australiana. Llenar el tanque costó Euros 15.000. El Holandés se conectó con su hermano también capitán de un barco pesquero y como estaban en la zona pasaron muy cerca y por radio arreglaron tirar un cable de acero y nos mandaron un par de cajones con pescado fresco que pusimos de inmediato en el freezer. Apenas amanecía y ya estábamos en aguas holandesas. Como en una película vimos una lancha torpedera con el cañón apuntando directo a nosotros , y varios botes de alta velocidad que se acercaban, todos de la Marina Holandesa. Abordaron la nave y después de una profunda revisación nos llevaron a puerto. Nos esperaban militares con uniformes de la marina, aduana, policía, perros de búsqueda, buzos y un oficial muy distinguido al mando. Subieron todos, con los perros, equipo de búsqueda y armas de guerra. Los otros compañeros, excepto el comisario de Aerolíneas y yo ,no hablaban inglés. Nuestro amigo, El Capitán, sentado en el comedor con alguno de nosotros fue encarado por el oficial al mando Comenzó a hacerle preguntas y el Capitán respondió,

Ahora por favor, es mi momento del almuerzo, si quiere compartir conmigo lo invito, de lo contrario no me moleste.

Yo estaba en la cocina cumpliendo mi tarea de cocinar para la tropa y me encara un militar y me pregunta, usted bucea?

No, respondí, yo toco el piano!!!

Quedó el diálogo para reirse hasta hoy. Después de una hora de llamadas por radio, celulares y dar vuelta el barco, el oficial de mando explicó la situación. Resulta que el barco con la bandera panameña era sospechoso de tráfico de drogas y armas. El traspaso del cajón de pescado fresco fue registrado por satélite y denunciado como sospechoso. No encontraron nada porque no había nada. Pidieron disculpas, el Capitán le pidió al oficial que escribiera un reporte y lo comunique así blanqueamos la situación. Levantamos anclas y tras pasar por Dinamarca llegamos a Oslo y el Capitán abrazo a su hija y a su nieto. Misión cumplida.

Bernardo